Newgrange
Newgrange es un cementerio en Irlanda, de 5.000 años de antigüedad. Construido por los miembros de una comunidad agrícola en el valle de Boyne, esta magnífica estructura cubre una superficie de casi una hectárea. La gente iba a ese sitio para enfrentarse con la realidad de la muerte. Es mayormente famoso por el rayo de luz solar que el día del solsticio de invierno, la jornada más corta del año, aproximadamente entre el 19 y el 23 de diciembre, recorre el pasadizo durante 17 minutos. Algunos dicen que este es un símbolo poderoso de la victoria de la vida sobre la muerte.
Fuente de impacto
El Premio Nobel se otorga todos los años a personas que han producido un impacto extraordinario en diversas áreas. Líderes en economía, física, literatura, medicina y paz son reconocidos por sus contribuciones. Darle este premio a alguien es una manera de afirmar en forma categórica sus años de capacitación, esfuerzo, educación y sacrificio en busca de la excelencia; inversiones que constituyen la fuente de tal impacto.
Cambio de dirección
El Servicio Secreto de los Estados Unidos se fundó en 1865. ¿Cuál era su misión? Ocuparse de los falsificadores, en un intento de proteger el dólar y, en consecuencia, la economía de la nación. No obstante, este grupo clave de funcionarios, encargados de hacer cumplir la ley, experimentó un cambio de dirección en 1902. Aunque sus responsabilidades todavía abarcan una diversidad de tareas, alcanzaron renombre por ser quienes protegen al presidente de Estados Unidos de América.
¿Posible o real?
Hace unos años, vimos que la moda del brazalete con la inscripción «WWJD» (sigla en inglés de «¿Qué haría Jesús?») invadió la comunidad cristiana. La idea era recordarles beneficiosamente a muchas personas que consideraran el sentir y los pensamientos de Jesús cuando tomaran decisiones. Al procurar vivir de una manera que honre al Salvador, es apropiado comparar nuestras actitudes y elecciones con el ejemplo que nos dejó nuestro Señor.
No es para reírse
Mientras recorríamos con mi esposa un centro de compras, encontramos un puesto de venta de camisetas. A medida que mirábamos cómo eran y leíamos sus habitualmente humorísticos refranes, observé una con un mensaje perturbador. Decía: «Tantos cristianos; tan pocos leones». Esa referencia a la práctica del siglo i de arrojar cristianos a los leones en el Coliseo de Roma no era nada divertida.
Una marca duradera
Caerleon es una aldea galesa con profundas raíces históricas. Fue uno de los tres lugares del Reino Unido donde las legiones romanas se apostaron durante la ocupación de Gran Bretaña. Aunque la presencia militar terminó hace unos 1.500 años, la impronta de esa ocupación todavía se observa en la actualidad. Gente de todo el mundo visita el fuerte militar, las barracas y el anfiteatro, recordatorios de la época cuando Roma gobernaba el mundo y ocupaba Gales.
Primeras impresiones
Hace un tiempo, Nuestro Pan Diario publicó un artículo que escribí sobre una joven que llevaba una camiseta que decía: «El amor es para perdedores». Allí comenté sobre lo triste de esa frase y el daño que representaba.
La ayuda adecuada
Hace poco, en un programa de radio, el conductor hablaba con un experto en «manejo de la crisis» sobre cómo puede una celebridad recuperarse de un desastre en las relaciones públicas. Ese especialista dijo que una de las claves es forjar relaciones de apoyo sólidas que puedan ayudar a la estrella a recuperar su imagen. En otras palabras, cuando uno está en problemas, es vital conseguir la ayuda apropiada.
Obrero olvidado
Gente de todo el mundo conoce el Monte Rushmore, el lugar en Dakota del Sur donde las cabezas de ex presidentes estadounidenses están esculpidas en escala gigante sobre la pared de un acantilado. Sin embargo, mientras millones saben de la existencia de ese monte, relativamente pocos conocen el nombre Doane Robinson: el historiador del estado de Dakota del Sur que concibió la idea de esta magnífica escultura y que dirigió el proyecto. El monumento es admirado y apreciado, pero su precursor es el hombre olvidado detrás de la obra maestra. Su nombre es extensamente ignorado o totalmente desconocido para algunos.
Metas diferentes
En 1945, el golfista profesional Byron Nelson tuvo una temporada increíble. De los 30 torneos en que participó, ganó la asombrosa cantidad de 18, incluso 11 seguidos. Si hubiese querido, podría haber continuado su carrera y quizá haberse convertido en el jugador más grande de todos los tiempos. Sin embargo, esa no era su meta. Lo que buscaba era ganar suficiente dinero jugando golf para poder comprarse una estancia y pasar el resto de su vida haciendo lo que realmente amaba. Por eso, en vez de continuar en la cúspide de su carrera, Nelson se retiró a los 34 años, para convertirse en estanciero. Tenía otros objetivos.